Los caballos
Para entender a los seres humanos hay que escucharles atentamente. Esta es la historia de un arponero que acabó en la cima de una montaña y también es la historia de un oso que perdió el amor propio. Pero por encima de todo, es la historia de un hijo y un padre. Ese hijo se llamaba Stanford y era mitad hombre, mitad oso.
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